¿Qué quieres comunicar? Esa es una pregunta clave que debes hacerte a la hora de elegir tu vestimenta, sin importar si eres hombre o mujer. Cuando eres un (a) emprendedor (a), es probable que tu agenda tenga diversos tipos de eventos que pueden incluir reuniones con nuevos o viejos clientes, actividades de celebración o networking, consultorías de negocio, entre otros.
Por lo tanto, tu guardarropa debe contar con ciertas prendas de ropa, zapatos y accesorios que te permitan proyectar y comunicar lo que deseas de acuerdo a cada tipo de evento.
Otro aspecto importante a la hora de decidir “qué me pongo”, es tener claro cuál es el área de tu emprendimiento. Si, por ejemplo, te dedicas a la industria de la salud física o algún tipo de servicio relacionado al fitness, entonces tu guardarropa debe incluir un gran porcentaje de ropa deportiva y cómoda para tus eventos de ejercicio o deportes.
Sin embargo, esto no significa que vas a usar una sudadera y una camisilla para un evento formal o de networking, aunque sea de tu área de emprendimiento. Lo importante es que puedas distinguir cuándo debes usar la sudadera y cuándo necesitas usar un pantalón sastre con una buena y elegante camisa de botones.
Para esta tarea hay varios factores que siempre debes tener en cuenta sin importar el tipo de emprendimiento que estés realizando. Algunos van a depender de tu estilo personal, estilo de vida, agenda de trabajo y país donde te encuentres.
Código de vestimenta. Pregunta o asegúrate de conocer si existe un código de vestimenta establecido para la ocasión. Si es así, aplica las reglas básicas, no te obligues a usar algo con lo que no te sientes cómodo (a); si no existe el código, entonces vístete para el éxito y para dar una buena impresión…no minimices la formalidad o el contexto del evento.
Tipo de cliente. Si se trata de una reunión con un nuevo cliente, es importante que consideres qué impresión quieres dar y qué quieres comunicarle. Haz una pequeña investigación sobre esa persona; qué le gusta, qué hace, qué metas u objetivos tiene, entre otros detalles. Mientras más conoces a tu cliente, mejor puedes comunicarte con este. Recuerda que la vestimenta forma parte de tu comunicación y para que sea efectiva, necesitas informarte.
Hora y lugar del evento. No es lo mismo un evento a las 8 a.m. en un salón de conferencias que uno a las 6 p.m. en un hotel. Esto va de la mano con el código de vestimenta y si no lo conoces es importante que consideres entonces tu estilo personal, lo que haces como emprendedor (a) y lo que quieres comunicar en determinado momento. Si se trata de un evento fuera de tu país, debes investigar sobre la cultura, el tipo de evento, las personas que asistirán y qué dinámicas se llevarán a cabo. Esos detalles te ayudarán a identificar cuáles son las mejores opciones de vestimenta, zapatos y accesorios.
Conoce e identifica tu estilo. Si tienes esto claro, evitas comunicar un mensaje erróneo y ahorras dinero en compras cada vez que tienes un evento, pues seleccionas lo que va de acuerdo a tu estilo y lo que te hace sentir realmente cómodo (a). Esto implica saber qué colores te aportan más luz al rostro, que prendas de ropa te ayudan a resaltar tus atributos, qué accesorios representan tu personalidad, entre otros aspectos.
Considera la ocasión y el contexto. Cuando se trata de vestir bien, no prestas atención a tendencias de moda, sino a tu estilo, tu personalidad, comodidad y lo que quieres proyectar. Así que, en lugar de preocuparte por llegar a la reunión o al evento con lo más trendy, ocúpate de hacer un buen research para vestirte de acuerdo a la ocasión y el contexto. Hazte estas preguntas:
*IMPORTANTE: si eres mujer evita los escotes pronunciados, transparencias, crop tops, sandalias demasiado casuales o tacos muy altos y llamativos, exceso de maquillaje, colores estridentes y ruedos muy cortos (mini faldas).
Cuida los detalles. Asegúrate de que tu ropa no tenga hilos sueltos, botones perdidos, zippers rotos o que tus accesorios y zapatos estén sucios y desmerecidos. Si la ropa luce desgastada, descártala. Haz una revisión de tu guardarropa periódicamente para evitar que los detalles se descuiden.
Menos es más. Nunca te sobrecargues de accesorios, prendas de ropa o maquillaje, si eres mujer. Incorpora el minimalismo en tu imagen y en tu vestimenta.
La higiene y el arreglo personal son esenciales. Además de llevar la ropa adecuada, es importante que cuides tus manos, tus uñas, tu salud oral, el cabello, la barba y tu piel. Todo esto forma parte de la apariencia personal y refleja en gran parte la manera en que te tratas a ti mismo (a).
Actitud, actitud, actitud. De nada vale la vestimenta ideal si no tenemos la mejor actitud. Esto es un complemento importante a la hora de presentarnos en cualquier evento o hacer algún negocio con un nuevo cliente y forma parte de las características de los emprendedores exitosos.
Ya lo dijo Jean Paul Gaultier: “La elegancia es una cuestión de personalidad, más que de la ropa”. Así que, es importante reconocer quienes somos, qué hacemos y qué mensaje queremos proyectar al mundo a través de nuestros emprendimientos y, por supuesto, de la ropa.
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